Huella de carbono en alimentos
Las empresas alimentarias que inicien el cálculo de su huella de carbono en sus productos se comprometen a desarrollar programas de reducción de sus emisiones. Además al ser una certificación de producto puede ser utilizada en la propia etiqueta y sirve por lo tanto de comunicación directa entre el productor y el consumidor.
La identificación de las distintas etapas de la vida del producto permite abordar distintas estrategias de reducción. La parte agrícola es un aspecto fundamental y protagonista de la producción agroalimentaria y que tradicionalmente no ha tenido un papel preponderante en las innovaciones planteadas. Con este esquema adquiere la misma importancia que el resto de eslabones de la cadena al mismo nivel que la elaboración y la distribución.
El esquema es válido para una cuantificación numérica de las emisiones, es decir es un número susceptible de comparación, no con otras empresas que elaboran otros productos, sino con la misma empresa a lo largo de los años. La propia empresa se compromete a ir reduciendo año a año las emisiones necesarias para la comercialización del producto.